Cuando desaparecen las quejas, también desaparece la desdicha.
Este es uno de los principales secretos que hay que aprender.
La gratitud prepara el camino. Sentíos tan agradecidos a la existencia como os
sea posible... por cosas pequeñas, no solo por las grandes... incluso por el simple acto de respirar. No tenemos ningún derecho sobre la existencia, de modo que todo aquello que se recibe, es un regalo.
Desarrollad cada vez más la gratitud; dejad que se convierta en vuestro estilo. Estad agradecido a todos.
Una vez que se entiende el sentimiento de gratitud y se le permite penetrar hondo en el ser, se empieza a sentir gratitud por todo. Y cuanto más agradecidos seáis, menos os quejaréis y gruñiréis.
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