Descansa, túmbate en la playa cuando hayas trabajado y jugado. Cuando estés tumbado en la playa bajo el sol, no pienses en el trabajo, no pienses en la oficina, no pienses en los archivos. Olvídate del mundo. Tumbado al sol, estate tumbado al sol. Disfrútalo.
Esto sólo es posible cuando aprendes el secreto de la acción mediante la inacción.
Y luego en la oficina haz todo lo que sea necesario, en la fábrica haz todo lo que sea necesario; pero incluso mientras estés haciendo, sigue siendo un testigo: en lo profundo, en profundo reposo, absolutamente centrado.

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